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José Fernández Alvarado

Málaga, 1826 – Huelva, 1935

  Fue discípulo de Antonio Muñoz Degrain y de José Moreno Carbonero. Alcanzó la cátedra de Dibujo en el Instituto de 2ª Enseñanza de Huelva en 1920 y, en esta ciudad, fue director del Museo Provincial de Bellas Artes y de Academia Oficial de Pintura.

  Concurrió a diversas Exposiciones Nacionales de Bellas Artes como en 1895 donde presentó Sudeste (marina) o en 1897 en la que obtuvo una medalla 2ª clase por Nuevo Peligro. Se dedicó fundamentalmente al paisaje, en especial, a las marinas.

  Su obra en el Círculo se observa en el cielo del salón Liceo. A mediados del año 1907 se abrió un concurso para la reforma del salón Liceo, adjudicándose la ejecución de las obras a una casa de decoración de Málaga, de la que era dueño José Fernández Alvarado. El antiguo cielo raso fue sustituido por otro exornado con adornos estilo renacimiento y con cinco grandes lienzos, obra del laureado artista Fernández Alvarado.

  El óvalo central, de mayor tamaño, representa el baile en varias épocas, desde la danza griega al siglo XX. En la balaustrada que bordea al óvalo dejó huella Alvarado con su autorretrato. Los otros cuatro lienzos representan la pintura, la música, la escultura y la literatura.

  El encargo fue realizado a Fernández Alvarado en acta de 25-9-1907, siendo presidente del Círculo Antonio Ortega Benítez. El artista debía entregar la reforma y decoración del techo el día 15 de febrero de 1908, pues “desde esta fecha se le descontaría la cantidad de 100 pesetas diarias por cada día de retraso en la entrega de dicha obra” (acuerdo 4, acta del 10-1-1908). Estuvo diligente el señor Alvarado y, el referido Salón de Recepciones, se inauguró el 23 de febrero de 1908. Mas el citado pintor contó con la ayuda del escultor Mateo F. de Soto, secundado por el artista don Juan Labarta. A ellos se le deben las molduras de perfil cóncavo o escocia en cuya composición alterna con ángeles modelados, cartelas con nombres de cordobeses ilustres, sobrepuertas, pilastras, espejos y ventanales.

  Cincuenta mil pesetas fue el presupuesto de reforma y decorado del Salón de Recepciones, mas diecisiete mil pesetas que le fueron también abonadas a Fernández Alvarado por las telas de tapicería, cortinajes y alfombras. Debajo de cada espejo del salón aparece la fecha, 1908, que recuerda esta reforma.

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